Estimada hermana Lazo, En mi condición de investigador del tema Iglesia y Estado, con dos libros publicados sobre el particular, y de director del periódico evangélico HECHOS, me dirijo a usted para solicitar, con el debido respeto, su explicación del voto a favor de la ley que dice “Declarar a la imagen del Señor de los Milagros Patrono de la Espiritualidad Religiosa Católica del Perú y como símbolo de religiosidad y sentimiento popular”. Es el caso, estimada hermana, que un gran sector de la comunidad evangélica está preocupado por la acción tomada por usted y por los tres congresistas evangélicos, pues, según diversas opiniones, la mejor opción de los congresistas evangélicos debió haber sido un rotundo NO. Con aprecio y consideración, Tito Pérez Quiroz
Estimado Doctor Tito Pérez:
Estoy muy agradecida por su correo y por la pregunta que me formula en relación a la ley que declara al Señor de Los Milagros como Patrono de la Espiritualidad Religiosa Católica del Perú.
Al respecto deseo explicar: en primer lugar el proyecto original presentado por el Ejecutivo con carácter de URGENTE, proponía que El Señor de los Milagros sea declarado como patrono de la República del Perú, lo cual como usted comprenderá, afectaría a toda la población católica y no católica, por tratarse de imponer una tradición religiosa practicada por solamente una parte de la población aunque mayoritaria, es solo una parte.
Frente a esta situación y ante la inminente aprobación de la ley con el texto original, debido a que la composición de nuestro Congreso está representada en su mayoría por parlamentarios católicos, solo quedaban dos alternativas:
La primera, oponerme argumentado la condición del Perú como país pluriconfesional en donde se condena todo tipo de discriminación, sin aportar ninguna salida o solución, lo cual traería como consecuencia que al momento de la votación, con mi voto en contra y el de los otros dos congresistas cristianos, igual hubiera sido aprobado el texto original que declaraba al Señor de Los Milagros como Patrono de la República del Perú.
Y la segunda alternativa, era esgrimir los argumentos antes mencionados (como lo hice) pero además de ello aportar una solución para que la otras confesiones en donde nos encontramos los cristianos evangélicos, no nos veamos inmersos en los alcances de esta declaración y por consiguiente se limite esta declaración solo a la comunidad católica como era el deseo de la mayoría del congreso y del Presidente de la República.
Como verá, esa fue la razón por la cual no me limité solo a oponerme sino que además de ello propuse una salida, a través de la cual no afectará a las demás confesiones religiosas.
Sin otro particular, me despido de usted.
Atentamente, Alda Mirta Lazo Ríos
Congresista de la República
Estimado Doctor Tito Pérez:
Estoy muy agradecida por su correo y por la pregunta que me formula en relación a la ley que declara al Señor de Los Milagros como Patrono de la Espiritualidad Religiosa Católica del Perú.
Al respecto deseo explicar: en primer lugar el proyecto original presentado por el Ejecutivo con carácter de URGENTE, proponía que El Señor de los Milagros sea declarado como patrono de la República del Perú, lo cual como usted comprenderá, afectaría a toda la población católica y no católica, por tratarse de imponer una tradición religiosa practicada por solamente una parte de la población aunque mayoritaria, es solo una parte.
Frente a esta situación y ante la inminente aprobación de la ley con el texto original, debido a que la composición de nuestro Congreso está representada en su mayoría por parlamentarios católicos, solo quedaban dos alternativas:
La primera, oponerme argumentado la condición del Perú como país pluriconfesional en donde se condena todo tipo de discriminación, sin aportar ninguna salida o solución, lo cual traería como consecuencia que al momento de la votación, con mi voto en contra y el de los otros dos congresistas cristianos, igual hubiera sido aprobado el texto original que declaraba al Señor de Los Milagros como Patrono de la República del Perú.
Y la segunda alternativa, era esgrimir los argumentos antes mencionados (como lo hice) pero además de ello aportar una solución para que la otras confesiones en donde nos encontramos los cristianos evangélicos, no nos veamos inmersos en los alcances de esta declaración y por consiguiente se limite esta declaración solo a la comunidad católica como era el deseo de la mayoría del congreso y del Presidente de la República.
Como verá, esa fue la razón por la cual no me limité solo a oponerme sino que además de ello propuse una salida, a través de la cual no afectará a las demás confesiones religiosas.
Sin otro particular, me despido de usted.
Atentamente, Alda Mirta Lazo Ríos
Congresista de la República
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